La conductora, conocida por su sonrisa angelical, sorprendió al público con un descargo que dejó a más de uno boquiabierto.
En un giro inesperado digno de una telenovela, Mariana Fabbiani, la conductora que siempre mantuvo una imagen de serenidad y compostura, decidió dejar de lado las sutilezas y arremeter con todo contra Viviana Canosa y Adrián Suar.
Durante su programa en América TV, Fabbiani no se anduvo con rodeos: «Ayer me amenazaron desde la pantalla de Canal 13 y por privado. Viviana Canosa, decí lo que tengas que decir, hablá, basta de amenazas. Tanto yo como mi entorno, estamos muy tranquilos», expresó con una firmeza que hizo temblar los estudios de televisión.
Pero la cosa no quedó ahí. Mariana, visiblemente molesta, lanzó una frase que quedará para el recuerdo: «La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer». Una metáfora que, aunque porcina, fue directa al punto.
Y como si eso fuera poco, apuntó directamente a Adrián Suar, el gerente de programación de El Trece: «Adrián, ¿qué estás haciendo con la pantalla de Canal 13? ¿Hasta dónde vas a llegar? ¿Cuál es el límite?». Una pregunta que, más que una consulta, sonó a ultimátum.
El silencio que siguió fue tan espeso que se podía cortar con un Tramontina. Los productores del canal se atrincheraron, los pasillos del Grupo Clarín se llenaron de humo (de nervios, no de incendios, aunque nunca se sabe), y un becario casi activa la alarma antiaérea.
El público, acostumbrado a la Mariana sonriente y diplomática, quedó atónito ante esta nueva faceta de la conductora. Las redes sociales estallaron con memes, hashtags y teorías sobre el futuro de la televisión argentina.
La Mariana Fabbiani que conocimos, esa que entrevistaba invitados entre sonrisas y juegos de palabras, mutó en una especie de gladiadora catódica, capaz de plantarse ante Canosa, Suar y hasta el mismísimo Fantino si hiciera falta.
Como si faltara surrealismo, hasta Javier Milei se sumó al escándalo con un tuit donde preguntaba si esto era “responsabilidad de la casta televisiva”. Lo que generó otros 48 debates paralelos, tres hashtags nuevos, y un meme de Fabbiani sentada en el sillón de Rivadavia.
Mientras tanto, en El Trece, se rumorea que Suar está considerando cambiar el nombre del canal a «El Catorce», por si acaso.
Porque, al fin y al cabo, nadie se indigna como las figuras de la pantalla chica, y si hay algo que Mariana nos enseñó esta semana es que a veces, para poner orden, hay que dejar de sonreír… y empezar a gruñir.